El vigente campeón liguero vuelve a perder dos puntos en otro partido gris fuera de casa. Pese a una leve mejoría, Mbappé sigue sin marcar. Vinicius, de nuevo irreconocible, sustituido por segundo partido consecutivo. El Barça está ya a cuatro puntos
Parece ser que en el Real Madrid hay que empezar ya a pulsar el botón de alarma ante otro pinchazo más en Liga. Segundo empate en tres jornadas y esta vez ante la UD Las Palmas con un resultado de 1-1. Moleiro puso en ventaja al conjunto canario nada más empezar y Vini Jr consiguió igualar el marcador con un tanto de penalti en la segunda parte.
De nuevo el equipo blanco realizó un planteamiento pobre, con pasajes que provocaban hasta sonrojo. Sobre todo la primera media hora de encuentro resultó indigna. El equipo se mostraba apático, sin orden, partido por momentos entre la defensa y el medio campo, sin chispa en la delantera y con una UD Las Palmas que hacía lo que quería con y sin balón.
El combinado entrenado por Ancelotti no da con la tecla para empezar a jugar como debería. El técnico italiano sabe que hay que solucionar muchos problemas y que hay mucho trabajo por delante. Para empezar en la delantera, donde Mbappé y Vini Jr siguen sin encontrarse cómodos. Pese a que el francés mejoró en ciertos aspectos como la explosividad y el regate, sigue sin marcar ese ansiado primer gol en Liga. Ni que hablar de la falta de imaginación, actitud y creatividad del brasileño; que le costó volver a ser sustituido y no jugar los 90 minutos.
No se bajaron del bus
El Real Madrid salió ayer a Gran Canaria con un once que incluía varias novedades para rotar a ciertos jugadores. Brahim fue premiado con la titularidad sustituyendo a Rodrygo, Modric jugó de inicio para ser el director del mediocampo madridista y Lucas Vázquez entró por Carvajal. A priori, el once titular más coherente teniendo en cuenta la fecha y el rival al que se enfrentaba el vigente campeón de Liga.
Sin embargo, y jugando donde jugaron, no se pudo salir más ‘aplatanao’ al campo de los ‘pio pio’. El gol local llegó nada más empezar el choque en el minuto 5 gracias a Moleiro. El que a la postre sería el MVP del partido, aprovechó una gran pared en tres cuartos con McBein y un fallo de concentración de Militao. El central brasileño salió a por uvas a un espacio que no le correspondía y al final volvió tarde a su posición, siendo superado fácil en el área por un quiebro del ’10’ de Las Palmas.
Los primeros 45 minutos fueron claramente dominados por el conjunto canario. Viendo la distancia tan grande que había entre las líneas del Real Madrid, el medio del campo de Las Palmas (Kirian, Campaña y Javi Muñoz) se hizo dueño del encuentro con y sin balón. Con balón tenían toda la libertad para tocar, circular y buscar la profundidad con la delantera y con los permanentes desmarques de Sandro. Sin balón ocupaban siempre el espacio correcto, físicamente ganaban los balones divididos y mostraban permanente movilidad.
Mientras tanto el Real Madrid parecía que no se había bajado del bus. Muertos vivientes parecían los futbolistas merengues sobre el terreno de juego. Un primera parte indigna para jugadores de la talla, la categoría y la calidad que tiene este equipo. La falta de actitud fue sin duda la clave para entender semejante desastre. Aunque la falta de claridad en el juego, de orden táctico y de fútbol también fueron más que evidentes. Solo dos tiros a puerta en la primera parte y en dos jugadas totalmente aisladas.
Es para preocuparse
Lo cierto es que ya empieza a preocupar el rendimiento de este Real Madrid. No es para nada el inicio de campaña que se esperaba cualquiera viendo el equipazo que hay y la llegada de una superestrella como Mbappé. Prueba de que nada salió bien en el inicio del choque, fueron los cambios de Rodrygo y Fran García en el descanso.
Pese a una cierta mejora en la segunda parte, el Madrid seguía con falta de chispa y de claridad a la hora de tocar y de generar ocasiones. No llegaban balones buenos a Vinicius y Mbappé, aparte de que los dos seguían perdidos/incómodos. Es cierto que a Kylian se le vio más activo en la carrera, en la búsqueda de espacios a través de desmarques y en el regate. Probablemente fuera incluso de los mejores del equipo solo por su insistencia en aparecer e intentar marcar. Finalmente sigue sin marcar ese primer gol en Liga.
Lo del brasileño ya es otra historia que va más allá. No es casualidad que haya sido el segundo partido consecutivo en el que Vinicius acaba siendo sustituido y no juega el encuentro completo. Al ‘7’ le falta motivación y se le ve ansioso. Eso provoca que no tenga chispa, que no saque a relucir la magia y la alegría que él y su fútbol desprenden. Lo único positivo es que tuvo galones para pedir y chutar el penalti que empató el partido.
Mucho trabajo por delante para los jugadores y sobre todo para Ancelotti. Él mismo ha reconocido que hay un problema y que él es el responsable de buscar y encontrar la solución. Tendrá que ser rápido para encontrarla cuanto antes porque esto no para y porque las sensaciones no son nada buenas. La preocupación en la afición y en el club va en aumento. La próxima oportunidad para que el Real Madrid pueda redimirse será el domingo en casa ante el Real Betis en el Santiago Bernabéu.